Papirosexia

Las primeras revistas pornográficas de nuestras vidas solían estar bajo la cama de nuestros hermanos mayores, en un rincón de nuestro apartamento alejado de todo rastro de civilización o bajo la estatua de una virgen que coronaba una colina junto a nuestro colegio. El poster central del Playboy era para Seguir leyendo Papirosexia