Zona de fumadores

Secuencia Primera. Dans l’aeroport de Düsseldorf.

La zona de fumadores del aeropuerto de Düsseldorf está al final de la espiral de la concha de un caracol, encerrada en sí misma y llena de babas y casi marcada por un rastro de luces rojas que te alertan de un peligro que va más allá de la nicotina y del humo y del alquitrán y de la muerte por asfixia, como si adentrarte en la sala oscura, sin barrer, llena de ceniza y de restos de comida y de trozos de papel y de manchas de café y de rodales de los ceniceros fuera peor aún que fumar en la zona de fumadores del aeropuerto de un país que está a punto de eliminarlas, según advierte el responsable de la oficina de Información en un perfecto inglés bajo la perfecta luz blanca de la perfecta antesala con media hora de wifi gratis y enchufes para recargar el móvil y niños correteando y señoras con hijab y un suelo lustrado a la perfección y todos los vuelos que llegan a tiempo con la perfecta sincronía de un reloj perfecto y alemán, pero aún puedes encontrarla, me dice, y sus palabras resuenan en mi cabeza mientras busco un sitio vacío en aquel contenedor de personas que miran con los ojos vidriosos, el pelo revuelto, migas en la barba y las uñas sin cortar y consultan sus móviles raídos y parecen ocultar litros de vodka en sus pequeños vasos de plástico y café, donde mojan la desconfianza y los dientes surcados de amarillo y marrón y atraviesan la neblina del humo enjaulado y miran al suelo con desgana, como buscando una complicidad que tampoco existe entre los presos, los locos y las almas vacías como las maletas de más de uno que se diría que solo ha encontrado aquel lugar para poder fumar en un país que va a eliminar las zonas de fumadores en los aeropuertos porque solo están llenas de sombras y estrofas de Jacques Brel y pantallas en las que advierten que el vuelo está a punto de salir y entonces apago el cigarro a medias en el cenicero lleno de colillas apagadas a medias y recojo mi maleta y la hago rodar por la alfombra mientras vigilo que ninguno de esos personajes tan sórdidos, solitarios y perdidos como mi sombra vayan a seguirme de nuevo hacia la luz perfecta del otro lado del cristal en el que me reflejo y no me reconozco.Zona de fumadores

Secuencia Segunda. Brave New Raucherbereich.

Bienvenido a Zurich. Durante su estancia en el aeropuerto, dispone usted de dos horas de wifi gratuito. Pregunte en Información. Además, podrá encontrar una zona de fumadores en cada una de las puertas de acceso. Sea usted tan amable de dirigirse hacia la puerta A. Utilice las pasarelas mecánicas que facilitarán el traslado de su maleta. Ya ha llegado. Respire. Al fondo a la izquierda encontrará los servicios. Un poco antes, a la derecha, se encuentra la zona de fumadores. Patrocinada por una conocida marca de tabaco americano. Bienvenido. Observará que la luz entra por un amplio ventanal con vistas al bosque. Hay un poco de niebla, esperamos que no le moleste. Empápese en la luz gris claro del otoño suizo. A su lado se halla un cenicero. Lo acabamos de limpiar para usted. Elija si prefiere estar sentado o de pie. La espera no será muy larga, no se preocupe. Si lo prefiere, puede usted contemplar una pantalla en la que crepita el fuego de una chimenea virtual. Relájese. Escuche la música que hemos seleccionado. Está usted en la zona de fumadores de Zurich, junto a otros pasajeros que leen en silencio las pantallas de sus móviles. O libros, hasta de Aldous Huxley. O simplemente inspiran el aire purificado de esta zona privilegiada y blanca, casi quirúrgica. Si lo desea, puede usted enchufar cualquier dispositivo para recargarlo. No olvide que puede depositar cualquier resto de su estancia en las papeleras habilitadas para tal fin. En una pared, podrá usted consultar la hora gracias a un reloj de precisión suiza. Si está a punto de embarcar, no se preocupe. Apenas tardará un par de minutos en alcanzar su destino. Cuando salga, seguro que algún pasajero con ganas de fumar le sonreirá mientras le cede el paso. Recuerde que puede comprar nuestro suave chocolate en cualquiera de nuestras instalaciones. Si ya está preparado, nuestro personal le atenderá con la mayor amabilidad. Acceda usted al finger. Esperamos que su estancia entre nosotros haya sido feliz. Le deseamos un buen viaje.

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