En busca de la ballena

Podéis encomendaros a la suerte, al destino o a la fe y pensar que 2016 será el año en que lleguéis a puerto. El año en que cambiaréis de horizonte, el de las puertas abiertas para descubrir la Atlántida bajo las baldosas de vuestro baño, la ocasión perfecta para parir un hijo el 29 de febrero. Podréis aprovechar para sacar brillo a la plata, para empotrar vuestro coche en una farola sin más daño que una pierna rota, para citaros con vuestro pasado en un hotel de Berlín. Os llegará un golpe de timón, la muerte de ese ser querido que agoniza desde hace tiempo, un ascenso con subida de sueldo aparejada y el error de una cajera en una compra grande en el Mercadona. Podéis esperar lo mejor, el regreso de vuestra hija tras doctorarse en Oxford, la victoria de vuestro equipo, el hallazgo en el fondo de un cajón de un libro que creíais perdido, la fabricación masiva de la vacuna de la malaria, la quinta entrega de vuestro videojuego favorito, los almendros en flor.

Faro 2016 1Podéis encomendaros a la vida, que trae un asombro cada día que no se mira el reloj y un estruendo en cuanto os descuidáis. Podéis enclaustrar a vuestro hermano para cobrar su pensión, podéis asistir a la progresiva reducción de los gases de efecto invernadero, podéis quedar por fin con la camarera de vuestro bar. Quizá sea el año en que acabe la miseria, en que os divorciéis de forma amistosa, en que grabéis un vídeo del Mardi Gras de Nueva Orleans, en que le pilléis por fin el punto al arroz. Quizá os reviente una cañería en la cocina, ganéis un Pulitzer, sobreviváis a un tiroteo, pesquéis una dorada de tres kilos, gobernéis el país tras meses de pactos, folléis durante un descanso en un área de servicio de la autopista o invirtáis en futuros. Puede que os decidáis a actualizar el currículo, puede que estrechéis una amistad el único día que vayáis al gimnasio, puede que los avances científicos nos lleven a Marte o te saquen de tu habitación de casa de tus padres. Puede que aprendáis por fin ese arpegio que se os resiste, que el diagnóstico sea positivo, que se abran los cielos y llueva ira y azufre, que indiquéis una dirección a un extranjero en un correcto inglés. Puede que el año os haga olvidar 2015 rápidamente; puede que lo echéis de menos ya en abril. A lo mejor 2016 coincide con el momento en que los alienígenas han decidido invadir la Tierra. A lo mejor no.

Faro 2016 2

Por lo que a mí respecta, me abandono a la hora y al lugar; pero por impaciencia que sienta para encontrar la ballena, no puedo ver en ella otra cosa que un mal mortal (Herman Melville. Moby Dick).

Feliz 2016.

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