Incertidumbre

Hay cierto letargo de sobremesa de agosto, cierto adormecimiento de pies que llevan un rato sin andar, cierta liturgia amodorrada de año olímpico. Hay cierto sopor en este verano que todavía no es y una algarabía de gaviotas, que acercan el mar hasta la puerta de casa con su tsunami de graznidos. Hay un caminar lento, un mirar a todos lados, una canción de Lou Reed en la que no sabes cuándo va a estallar la placidez del domingo. Y al mismo tiempo, hay una sensación de haber traspapelado los mapas durante el sueño, de vivir en medio de un puente, de no saber qué dirección tomar. Hay rumores de extinción, pero sin pruebas. También hay rastros de vida nueva en el planeta. Y una indefinición de gallinita ciega.

Las pistas nos llevan a la frontera. A todas las fronteras. Hay una revancha en el parchís sin dados de la política. Hay una batalla entre lo malo, lo viejo y lo imposible. Hay una fuga mal explicada. Una rebelión de inmovilistas. Una pérdida incesante de mitos. Hay una mudanza generalizada, hemos perdido el paso, el tiovivo se ha salido del carril. Nos sentimos obligados a elegir entre un destino incierto o saltar en mitad del recorrido para refugiarnos en el búnker que nos salvará del Apocalipsis, del que solo sabemos que lo grabaremos con el móvil. Hay un aterrizaje forzoso en el desierto. Hay una percepción inexplicable de que no es eso, es otra cosa.Incertidumbre

Hemos descubierto nuevos territorios por explorar. Y seguimos dudando entre ejercer de avanzadilla o esperar a que alguien nos lo cuente. Hay quien ve un mundo lleno de posibilidades y quien opina que todo era más fácil cuando aún existía Dios. El resto, ni sabe ni contesta, porque el presente está demasiado lejos del pasado y el futuro viene en piezas sueltas. Hay obligaciones diarias que exigen una atención que no tenemos, porque mañana ya fue ayer. Hay cierta saturación de cruces de caminos. Hay un edificio a nuestro lado que nos indica que no podemos estar aquí, donde antes no había nada más que descampados. Hay incertidumbre, miedo, hartazgo, esperanzas, incredulidad, vértigo, raíces, desdén, arrojo, búsquedas. Y todo se anula por acumulación. Hay una transición global, histórica, veloz y sin instrucciones que está durando demasiado tiempo. Hay una inercia feroz que no nos dejará tranquilos hasta que no nos detengamos a saber dónde hemos ido a parar.

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3 pensamientos sobre “Incertidumbre

  1. Esa es la pregunta del millón ¿A dónde iremos a parar? RUDOLF STEINER vaticinaba hacía una sociedad más espiritual y más humana, menos consumista. El cómo y los medios no lo sé. Pero lo que es cierto es que este modelo de sociedad no convence a la mayoria .

  2. PD.- Rudolf Steiner se refiere mucho al materialismo, como causa principal de todos los males, y aboga por una sociedad más espiritual, e impulsada por el principio Crístico.

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