Las tardes con Dardo

Un buen día me levanto y descubro que de la televisión sale el dulce y caliente aroma de la magdalena de Proust. Aparece una foto en blanco y negro que ilustra el centenario del nacimiento de Burt Lancaster. Y vuelvo a la mesa camilla de hilo verde, al viejo aparato con UHF y tal vez ya en color, a las tardes de berlina y vaso de leche caliente en las que descubrí El halcón y la flecha. Puede que ya me pegara a la pantalla como una polilla porque me hacían falta gafas. O quizá no, quizá mi miopía se detectara con los Payasos de la Tele. Pero seguro que era incapaz de sentarme en ningún sitio, porque lo que quería era saltar, reír y disparar flechas como Dardo, el protagonista. Lo de besar a Virginia Mayo vendría después. Y sin Virginia Mayo.

El halcón y la flecha

Cartel español de la película ‘El halcón y la flecha’

En aquella salita de estar que ya no existe, Burt era el titiritero con más puntería de la Salvaje Edad Media. El amigo del primer mudo con el que me divertí viendo una película. El padre que es capaz de simular su muerte para rescatar a su hijo. Y en aquel momento, sabía que mi padre era aquel héroe que me llevaba al colegio, me enseñaba a pescar y me rescataba de las garras de cualquier villano con armadura si era necesario. Con los años, mi padre haría un alto en el camino mientras yo avanzaba para comprender que en algún momento le perdería la pista para volver a encontrarla después de los veinticinco. Como en cualquier casa.

También aprendí tiempo después que Burt no era Dardo, sino un actor. Que El halcón y la flecha estaba dirigida por Jacques Torneur, con quien acabaría obsesionándome. Que cada etapa de mi vida estaría marcada por una película. Y que siempre que apareciera una imagen de Burt Lancaster, acabaría deseando disfrutar de una tarde de otoño con el último pase de las aventuras de Dardo. Y pensando en mi padre.

Share and Enjoy

  • Facebook
  • Twitter
  • Delicious
  • LinkedIn
  • StumbleUpon
  • Add to favorites
  • Email
  • RSS

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*